Mi Madrina una vez compartió conmigo una idea acerca del Octavo Paso que encontré muy útil. Sugirió que hiciera una lista en forma de columna como se describe en “Senderos de recuperación”. Puse el nombre de la persona que había perjudicado en la primer columna, su relación conmigo en la segunda, mi acción perjudicial en la tercera, el motivo de la rectificación de errores en la cuarta y mi voluntad de hacerlo en la quinta y última.
La tercera columna fue sin lugar a dudas difícil. Descubrí que los mismos defectos se repetían una y otra vez. Si desde el Cuarto hasta el Séptimo Paso no había tomado conciencia de estos defectos de carácter y de sus efectos destructivos, sí tuve la oportunidad de tomar conciencia de ellos entonces, en ese panorama multidimensional en vivo y en colores, de mí misma, de mis familiares, amigos y conocidos.
Pensamiento del día
Hoy seré receptiva a formas creativas para aplicar mi programa.
”A medida que analizo las injusticias que he cometido con otros, ¿reconozco una conducta significativa que indica un defecto de carácter que debo tratar de corregir?”
El dilema del matrimonio con un alcohólico, Pág. 88