A veces necesitamos que nos contengan, que la gentenos apoye.
Muchos de nosotros hemos sido privados de apoyo y de consentimientos por tanto tiempo que podemos no darnos cuenta que esto es algo que queremos y necesitamos. Muchos de nosotros hemos aprendido a bloquearnos o abstenernos de lo que queremos y necesitamos.
Podemos no buscar que se cubran nuestras necesidades. Podemos estar en relación con gente que no puede o no quiere satisfacer nuestras necesidades. O podemos estar en relaciones con gente que estaría feliz de responder a una petición directa de parte nuestra.
Podemos tener que renunciar a algo para hacer esto.
Podemos tener que dejar ir nuestro papel de mártir o de víctima.
Si pedimos lo que queremos y necesitamos, y no se nos satisfacen esas necesidades, no
podremos castigar a la gente, o hacerlos después a un lado por habernos decepcionado.
Podemos dejar ir nuestros miedos lo suficiente para experimentar la intimidad que se dará cuando le permitamos a alguien que nos ame y nos apoye. Podemos incluso tener que aprender, un día a la vez, a estar felices y contentos.
Aprender a dejar que los demás nos apoyen.
Hoy estaré abierto para identificar lo que necesito de la gente, y pediré lo que quiera directamente. Dejaré que los demás me apoyen.